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Christa Sedlatschek es desde 2011 la Directora de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), con sede en Bilbao. Doctora en medicina por la Universidad de Viena y especialista en salud ocupacional, cuenta con experiencia previa en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Austria y al frente de los programas de investigación del Instituto Alemán de Seguridad e Higiene en el Trabajo (BAuA). |
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1. ¿Cómo valora la evolución de las empresas en materia de prevención de riesgos laborales en el trabajo? ¿Son ostensibles las diferencias entre los países europeos en este campo?
Claro que hay diferencias entre Estados miembros, pero creo que sobre todo hay problemas comunes que se repiten en toda Europa y la Agencia trata de facilitar soluciones y herramientas comunes e intercambiar buenas prácticas, que puedan ser útiles para todos los países.
Diferentes culturas y tradiciones de prevención de riesgos laborales pueden explicar también algunas de las diferencias actuales entre países de la Unión Europea. Pero nuestros proyectos, como la propia campaña Trabajos Saludables, nos demuestran una y otra vez que todos los países necesitan algún tipo de apoyo y que todos aprenden de todos.
En general, yo diría que hay más diferencias entre empresas que entre países. Hay buenos y no tan buenos ejemplos en toda Europa. Las empresas que lo hacen bien, sea en un país del norte, sur, este u oeste, son empresas que integran la gestión de los riesgos labores en la gestión general de sus negocios, que involucran a los trabajadores y sus representantes desde la evaluación de riesgos hasta los planes de prevención.
2. ¿Qué supone concretamente para la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo la aparición continuada en el mercado de nuevos materiales que acaban incorporándose en la fabricación de nuevos productos?
Nuevos productos como los nanomateriales brindan oportunidades nuevas y apasionantes en ámbitos como la ingeniería, la tecnología de la información y la comunicación, la medicina y los farmacéuticos, por nombrar sólo algunos. Sin embargo, estas mismas características que les confieren sus propiedades singulares, pueden tener un impacto negativo en la salud humana y el medio ambiente. Los riesgos que pueden suponer necesitan ser investigados y comunicados adecuadamente a los trabajadores expuestos.
Los trabajadores pueden entrar en contacto con nanomateriales en la fase de producción. Sin embargo, un número mucho mayor de trabajadores puede verse expuesto a los mismos en diversas etapas de la cadena de suministro, y es posible incluso que ignoren que se encuentran en contacto con nanomateriales. En consecuencia, es poco probable que se adopten medidas suficientes para evitar la exposición. Por eso es muy importante mejorar la información a las empresas y los trabajadores para que puedan protegerse adecuadamente y para que entiendan la necesidad de aplicar el “principio de precaución” en caso de duda.
3. En lo que respecta a la introducción en el mercado de las nanotecnologías y los nanomateriales, ¿cómo valora esfuerzos dirigidos a profundizar en su uso seguro como la iniciativa EHS Advance?
Apoyamos firmemente esta iniciativa que aborda los riesgos potenciales de los nanomateriales de manera integral, abordando los aspectos ambientales, de seguridad y salud en su conjunto y transformando las políticas, la normativa y la investigación en esta área en información práctica y apoyo para las empresas. Creemos que iniciativas de este tipo son muy importantes para facilitar a las empresas la información, el apoyo y las herramientas que necesitan para desarrollar e integrar las nanotecnologías de manera segura en sus procesos y productos.
4. ¿En qué medida afecta la globalización a un trabajo como el que desempeña la Agencia que dirige? ¿Y la crisis?
El trabajo de la Agencia ha estado siempre, en realidad, muy ligado al concepto de globalización. Existimos porque en el mundo laboral de la Unión Europea las fronteras nacionales se difuminan y hay que compartir entre Estados miembros y empresas experiencias, modos de hacer, normativa, protocolos, métodos, investigación….y es aquí donde nuestra Agencia puede prestar un valor añadido. Y también colaboramos con otros países de fuera de Europa y con organismos internacionales como la Organización Internacional de Trabajo (OIT), precisamente para intercambiar conocimiento y buenas prácticas que permitan mejorar las condiciones de trabajo a escala global.
Por otro lado, ahora estamos experimentando los efectos de la crisis económica. Las empresas en Europa están bajo una enorme presión, se ven afectadas por los recortes de fondos públicos y tienen que luchar por su existencia.
Las empresas inteligentes, sin embargo, saben que es importante mantener, incluso en tiempos difíciles, la promoción de la seguridad y salud en el trabajo. Tarde o temprano, la situación económica mejorará, y las empresas necesitarán empleados cualificados y sanos. Unas buenas condiciones de trabajo son imprescindibles para el éxito económico. Por lo tanto nuestro mensaje a las empresas es de no pensar a corto plazo, sino de invertir en las personas y pensar en la competitividad a medio y largo plazo.
Estoy convencida de que la seguridad y la salud en el trabajo es un factor clave para la recuperación económica no sólo de este país, sino de toda la Unión Europea. En los tiempos de crisis que corren, y aunque haya algunas voces que dicen lo contrario, invertir en prevención de riesgos laborales es más que nunca la mejor respuesta para mejorar la competitividad, la productividad, la sostenibilidad y el crecimiento económico de las empresas europeas.
5. ¿Cuáles son los retos más destacados a los que, según su opinión, se enfrentará la Agencia en los próximos años?
Un reciente informe de la Agencia identifica las prioridades de investigación en seguridad y salud en el trabajo para los próximos años en cuatro ámbitos fundamentales: cambio demográfico; globalización y evolución del mundo del trabajo; nuevas tecnologías seguras; y exposición nueva o creciente a agentes químicos y biológicos. También destaca la importancia de la comunicación de riesgos y la transferencia de la investigación a soluciones prácticas para los puestos de trabajo.
Por otra parte, en 2012, la Agencia inició los preparativos para un proyecto piloto sobre la seguridad y salud laboral de los trabajadores de edad avanzada, con el fin de ayudar a la formulación de políticas y estrategias a nivel europeo y nacional, y de proporcionar ejemplos de buenas prácticas para ayudar a los trabajadores mayores a ejercer su vida laboral en condiciones saludables. Está previsto que el proyecto esté en marcha hasta 2015.
Muchos países de la UE han puesto en marcha reformas de las pensiones en los últimos años. Sin embargo, para evitar que el aumento de la edad de jubilación conduzca a un incremento de jubilaciones anticipadas y solicitudes de pensiones por invalidez, se deben tomar medidas, especialmente en el lugar de trabajo, para facilitar que los empleados sigan trabajando hasta la edad de jubilación prevista en condiciones óptimas de salud.
Un estudio de 2012 realizado por la Agencia muestra que una gran mayoría de ciudadanos de la UE cree que la buena salud y las medidas de seguridad tienen un impacto importante en que las personas puedan seguir trabajando más tiempo. La gestión eficaz de la edad en el lugar de trabajo desde el comienzo de la vida laboral, integrando la seguridad y salud laboral, es la clave. Los jóvenes de hoy son los trabajadores mayores del mañana.
Más información sobre los proyectos mencionados en esta entrevista y muchas otras actividades de EU-OSHA en
http://osha.europa.eu/es