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Directora desde 2003 del Instituto Vasco de Investigación Sanitaria (O+Iker), de la Fundación Vasca de Innovación e Investigaciones Sanitarias (BIOEF), Carmen Garaizar es Doctora en Medicina por la UPV/EHU y pediatra especializada en neurología infantil. Cuenta con más de dos décadas de práctica médica en el Hospital de Cruces, a donde volvió tras 5 años de ejercicio profesional en México DF.
Carmen Garaizar es también Presidenta de CIC bioGUNE, exPresidenta de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica y miembro hasta 2002 del Board of National Advisers de la Comisión Europea de Neurología Pediátrica. Autora de más de 100 artículos científicos (una tercera parte internacionales), y miembro de varios comités editoriales científicos y sociedades médicas nacionales y extranjeras. Desde 2003, forma parte de diversas Comisiones en organismos gestores de la investigación e innovación del País Vasco y Estado español.
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¿Cómo describiría la labor del Instituto Vasco de Investigación Sanitaria y la estrategia de la Fundación BIO (BIOEF)?
O+Iker ofrece el apoyo científico-técnico sobre investigación al Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y a Osakidetza, además de gestionar los más de 400 proyectos de investigación biomédica activos anualmente en la red sanitaria vasca. Realiza también los estudios necesarios para detectar necesidades, inventariar las capacidades, proponer planes de actuación y ser proactivos en la búsqueda de nuevas oportunidades, alianzas y recursos.
La Fundación BIO pertenece al sector público y está compuesta por dos institutos: O+Berri, dedicado a la innovación en gestión sanitaria, y O+Iker dedicado a la gestión de la I+D sanitaria. Existen en todo el Estado múltiples Fundaciones similares a la nuestra, pero se limitan a un sólo hospital. La diferencia radica en que BIOEF abarca a toda la red sanitaria, lo que nos permite tener una visión de conjunto y diseñar estrategias y políticas globales de más rápida implantación. Las más destacables han sido la coordinación de los proyectos, multidisciplinar y multicéntrica, alrededor de grandes áreas temáticas, en lugar de alrededor de cada gran hospital, y el compromiso decidido de colaboración con el entorno: Universidades, centros tecnológicos y bio-empresas de nuestros Parques Tecnológicos.
Ello nos ha permitido incorporar el cambio de paradigma: la investigación sanitaria no sólo como instrumento para innovar en la provisión de servicios y productos sanitarios para mejorar la salud de la población, sino también como instrumento para la innovación en el sector productivo del país, colaborando en la creación de riqueza y bienestar social.
¿Qué ámbito destacaría como prioridad investigadora de la Fundación BIO?
La redimensión de la actual estructura investigadora sanitaria para hacerla potente y viable, de tal forma que facilite la investigación orientada a la resolución de problemas. Principalmente, los dos Institutos nuevos de investigación hospitalaria que incorporarán investigadores académicos y socios tecnológicos para colaborar con los clínicos, el Biobanco y la Oficina de Gestión de Ensayos Clínicos. Desde este punto de vista, la Estrategia BIOBASQUE del Gobierno Vasco supone un claro tractor para nuestro sistema sanitario.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación de la Fundación BIO?
La investigación en Servicios y Tecnologías Sanitarias constituye el 25%. Le siguen las áreas de Genética-Biotecnología (área transversal que toca varias especialidades médicas) y Pediatría. Las áreas de Neurología, Oncología, Respiratorio y Psiquiatría, capturan cada una entre el 10 y el 15% de la investigación total de la red. El área de Epidemiología, Salud Pública, Prevención y Promoción de la Salud, ocupa el 9% de la investigación sanitaria vasca.
BIOEF es desde su creación a finales de 2002 un agente más del elenco que integra el Sistema Vasco de Innovación que se relaciona con otros agentes. Por ejemplo, ostenta la presidencia de CIC bioGUNE, en el que también tienen presencia los centros tecnológicos vascos, ¿Cuál diría que ha sido el nivel de cooperación entre unos y otros a lo largo de estos años?
A pesar de la colaboración con más de 20 empresas biotecnológicas, más de 60 proyectos nacionales y europeos y una provisión de muestras biológicas superior a 8.000, no hemos hecho más que desbrozar el camino. Partimos de concepciones diferentes: científicas, metodológicas y organizacionales, además de mucho desconocimiento mutuo.
BIOEF y GAIKER colaboran en la actualidad en la ejecución de varios proyectos de I+D, ¿qué destacaría de la colaboración en estos proyectos?
Lo más destacable es la calidad competitiva de los proyectos en los que colaboramos ambas organizaciones, dado que la mayoría son de proyección europea.
¿Cómo diría que serán estas colaboraciones en el futuro?
Con vistas al desarrollo eficiente de la investigación cooperativa, lo importante es que ambos sectores, sanitario y empresarial, observen bien los mecanismos internos de funcionamiento del otro socio. Y con vistas a la innovación, es esencial que conozcan previamente la demanda social en salud.
Los avances y logros en el sector de la Salud tienen repercusiones a nivel social y empresarial, ¿cómo valora la dualidad de ese beneficio en dos direcciones?
Es fundamental diferenciar el papel del mundo sanitario como proveedor de I+D cooperativa, de su otro papel: como cliente del producto final. Para beneficiarse de éste último, el sector privado deberá conocer las necesidades del cliente público sanitario y los determinantes de su política de innovación, encaminados, bajo control parlamentario, hacia la utilidad clínica y el impacto social antes que al beneficio económico de sus proveedores, el cual sólo puede crecer en el mercado privado.